Nietzsche contempla la
vida de un Dios anulado en una sociedad que se niega a aceptarlo.
Sus preguntas acerca de
la creación han sido repudiados en una época
antigua que como en la actual sigue
lleno de tapujos y confrontación. El mito de un Dios viviente llega a
desvanecerse, los apóstoles son
glorificados y santificados. Empero la fórmula
de la felicidad como el propio Nietzsche
lo afirmaba: un si un no, una recta, una meta. Demasiado simplista como
para divisar un Dios anulado, o tal vez
un Dios inconsciente que como tal es creado inventado paternalistamente coma
para suplir necesidades.
Nietzsche era llamado
fatalista de aquellos que acumulan energía para expandírselos al mundo,
fatalista al punto de contradecir a la sociedad en una época como en la actual
es proclive a esa Neurosis religiosa que asusta. En medio de sus propias crisis
ha puesto la incógnita que no se ha encontrado respuesta para el pragmatismo
contemporáneo ¿Dios existe?, Dios ha muerto?, Dios nunca existió.
Lo bueno y lo malo se
contrapone al sentimiento de poder para el primero y debilidad para el segundo.
La debilidad implica ayudar a perecer, es decir no ayudar, no formar parte
virulenta de la misma cadena esclavista “de ayudar al prójimo”; por esta razón
fue considerado inhumano, fascista y racista, empero el pensamiento va mas allá
y hay que verlo desde una perspectiva global inclusive hay que inclinarse
algunos grados para verlo de un modo
universal e inclusive natural. La naturaleza animal cumple con el proceso
evolutivo, si un animal tiene que morir por una debilidad física u orgánica
cumplirá con su destino de hacerlo. Ocurre igual al ser humano la idea galeana
y filantrópica de alargar y prevalecer la vida es un verdadero reto, pero en ocasiones
la naturaleza tendrá que seguir, la composición atenta contra la evolución.
Samuel Aun Weor., en sus
estudios de antropología nos da a
conocer que una
especie cualquiera entre las selvas profundas de la naturaleza tiene que luchar
por tragar y no ser tragado. Obviamente resulta espantosa tal brega. Como
resultado triunfan como es natural los más fuertes. En el más fuerte hay estructuras
maravillosas, características importantes que son transmitidas a su
descendencia. Mas eso no implica cambio de figura, eso no significa nacimiento
de nuevas especies. Jamás, ningún científico materialista ha visto que de una
especie surja otra por ley de selección natural, no les consta, no lo han
palpado nunca. ¿En qué se basan? Es fácil lanzar una hipótesis y luego aseverar
en forma dogmática que es la verdad y nada más que la verdad.
El animal
cazador ha hecho del Homo Sapiens un arma letal, su raciocinio y su capacidad
de adquirir más territorio, mas pertenencia sexual. Es decir de conquistado a
conquistador y colonizador, aquel ego empoderado en el ser humano le ha valido
para ser poderoso, único y en gran medida poseedor de todo lo concerniente a sí
mismo. No requiere de tótem, de dioses o de un dios crucificado.
Nietzsche, parte del nihilismo “nihil”,
(nada. Actitud vital y filosófica que niega todo valor a la existencia, o que
hace girar la existencia alrededor de algo inexistente).
Es importante tomar
como referencia otro de sus escritos “ El ocaso de los ídolos”, en él es claro
y critica la tradición occidental como lo hace con Sócrates él considera que
hay que luchar contra los impulsos e instintos cuando en realidad hay que
identificarse con ellos , mientras que la concepción Platónica dice el mundo de
las ideas sobrepasa al mundo de lo material, la concepción kantiana es el
fenómeno y el noúmeno ( la cosa en sí-, aunque sabemos que existe, permanece
siempre fuera de nuestro alcance).
Aquello que es pensado. Para Platón, se opone a lo sensible y constituye la característica principal de la Forma. Para Kant, equivale a la cosa en sí. Pero para Nietzsche es simple palabrería, las concepciones del cielo, infierno y por ende culpa y castigo nace de la ideología griega al sobrepasar los límites de la realidad y la concepción de lo efímero como algo de ultratumba, en ocasiones gnóstico, y mítico como la idea del alma y todos aquellos pensamientos místicos, mágicos y poco realista.
Cuando Nietzsche predica la muerte de Dios no quiere decir que Dios haya
existido y después haya muerto (un absurdo). Nietzsche nunca creyó en la
existencia de Dios. Esta tesis señala simplemente que la creencia en Dios ha
muerto. Se puede entender si la comparamos con el punto de vista de Marx:
Ambos autores consideran
que Dios no crea al hombre sino el hombre a Dios.
o
para Marx las dos razones
principales de la invención del mundo religioso son: dar un consuelo a los
hombres de la miseria y sufrimiento existente en este mundo, y ser un
instrumento de la clase dominante para el mejor control de la clase dominada;
·
La creencia en Dios es una consecuencia de la vida decadente, de la vida
incapaz de aceptar el mundo en su dimensión trágica; parece apelar a una
motivación psicológica: la idea de Dios es un refugio para los que no pueden
aceptar la vida. Nietzsche.
Marx no considera que las creencias
religiosas hayan llegado a su fin, esto sólo ocurrirá cuando triunfe la
revolución y desaparezca la causa última que la produce, la injusticia y la
alienación;
Nietzsche sí considera
que estamos ante un acontecimiento actual: no explica las razones históricas
que han dado lugar a la creencia en Dios, ni las que han dado lugar a su
descrédito, pero parece indicar que estamos en un tiempo histórico clave pues
en él asistimos a su necesario final.
·
cuando Nietzsche se
refiere a Dios se refiere al dios de la religión, particularmente del
cristianismo, pero también a todo aquello que puede sustituirle, porque en
realidad Dios no es una entidad sino un lugar, una figura posible del
pensamiento, representa lo Absoluto. Dios es la metáfora para expresar la
realidad absoluta, la realidad que se presenta como la Verdad y el Bien, como
el supuesto ámbito objetivo que puede servir de fundamento a la existencia por
encontrarse más allá de ésta y darle un sentido. Todo aquello que sirve a los
hombres para dar un sentido a la vida, pero que sin embargo se pone fuera de la
vida, es semejante a Dios: la Naturaleza, el Progreso, la Revolución, la
Ciencia, tomadas como realidades absolutas son el análogo a Dios. Cuando
Nietzsche declara que Dios ha muerto quiere indicar que los hombres viven
desorientados, que ya no sirve el horizonte último en el que siempre se ha
vivido, que no existe una luz que nos pueda guiar de modo pleno. Esta
experiencia de la finitud, del sentirse sin remedio desorientado es necesario
para empezar un nuevo modo de vida.
·
para Nietzsche con dicha
“muerte” podemos vivir sin lo absoluto, en la “inocencia del devenir”. De ahí
que la muerte de Dios sea la condición para la aparición del
superhombre.
El siguiente texto de “La gaya ciencia” es el que mejor expresa su idea
de la muerte de Dios:
“¿No habéis oído hablar
de ese hombre loco que, en pleno día, encendía una linterna y echaba a correr
por la plaza pública, gritando sin cesar, “busco a Dios, busco a Dios”? Como allí
había muchos que no creían en Dios, su grito provocó la hilaridad. “Qué, ¿se ha
perdido Dios?”, decía uno. “¿Se ha perdido como un niño pequeño?”, preguntaba
otro. “¿O es que está escondido? ¿Tiene miedo de nosotros? ¿Se ha embarcado?
¿Ha emigrado?” Así gritaban y reían con gran confusión. El loco se precipitó en
medio de ellos y los traspasó con la mirada: “¿Dónde se ha ido Dios? Yo os lo
voy a decir”, les gritó. ¡Nosotros lo hemos matado, vosotros y yo! ¡Todos somos
sus asesinos! Pero, ¿cómo hemos podido hacer eso? ¿Cómo hemos podido vaciar el
mar? ¿Y quién nos ha dado la esponja para secar el horizonte? ¿Qué hemos hecho
al separar esta tierra de la cadena de su sol? ¿Adónde se dirigen ahora sus
movimientos? ¿Lejos de todos los soles? ¿No caemos incesantemente? ¿Hacia
adelante, hacia atrás, de lado, de todos lados? ¿Hay aún un arriba y un abajo?
¿No vamos como errantes a través de una nada infinita? ¿No nos persigue el
vacío con su aliento? ¿No hace más frío? ¿No veis oscurecer, cada vez más, cada
vez más? ¿No es necesario encender linternas en pleno mediodía? ¿No oímos
todavía el ruido de los sepultureros que entierran a Dios? ¿Nada olfateamos aún
de la descomposición divina? ¡También los dioses se descomponen! ¡Dios ha
muerto y nosotros somos quienes lo hemos matado! ¿Cómo nos consolaremos,
nosotros, asesinos entre los asesinos? Lo que el mundo poseía de más sagrado y
poderoso se ha desangrado bajo nuestro cuchillo. ¿Quién borrará de nosotros esa
sangre? ¿Qué agua podrá purificarnos? ¿Qué expiaciones, qué juegos nos veremos
forzados a inventar? ¿No es excesiva para nosotros la grandeza de este acto?
¿No estamos forzados a convertirnos en dioses, al menos para parecer dignos de
los dioses? No hubo en el mundo acto más grandioso y las futuras generaciones serán,
por este acto, parte de una historia más alta de lo que hasta el presente fue
la historia. Aquí calló el loco y miró de nuevo a sus oyentes; ellos también
callaron y le contemplaron con extrañeza. Por último, arrojó al suelo la
linterna, que se apagó y rompió en mil pedazos: “He llegado demasiado pronto,
dijo. No es aún mi hora. Este gran acontecimiento está en camino, todavía no ha
llegado a oídos de los hombres. Es necesario dar tiempo al relámpago y al
trueno, es necesario dar tiempo a la luz de los astros, tiempo a las acciones,
cuando ya han sido realizadas, para ser vistas y oídas. Este acto está más
lejos de los hombres que el acto más distante; y, sin embargo, ellos lo han
realizado.”[1]
El diagnóstico del nihilismo esta mediatizado por
la carencia del entendimiento, que al igual que Zaratrusta es confuso, porque
es una sátira critica al evangelio. Alienta entonces al anarquismo cristiano?, que
por cierto ha sido y será efímero, lamento comunicar a todo aquel que quiera
encontrar resultado alguno del cristianismo en Nietzsche será en vano debido al deseo inevitable de
despojarse de sí mismo y del mundo cucos y espectros que todos
irremediablemente buscamos. Pero la desdicha no termina ahí, resulta que el
mismo Friedrich critica con razón el sistema, tomando en cuenta que la
razón es una dimensión de la vida humana, aparece de forma tardía en el mundo y
muy probablemente, dice Nietzsche, desaparecerá del Universo y nada abra
cambiado en esa desaparición.
Es
decir si una aglomeración de individuos piensa de un modo diferente su
pensamiento permanecerá para pocos pero rato menos pensado desaparecerá porque
forma parte de la razón de la vida humana, para algunos el poder de resonancia
será útil, para oteros serán una mera teoría de algunos “locos”, sujetos
extravagantes que por despecho social sean agrupado. Pero la idea es crear un
dogma una creencia establecida, un claro ejemplo es el dogma cristiano apareció
después de la muerte del Cristo, tomando auge con la masacre en nombre de Dios
en América, inmortalizándose con el catolicismo; creando reglas que han sido
impuestas con el camuflaje de pecados y finalmente condicionando a los infantes
con un Dios bondadoso, bueno, y un diablo malo vengativo, destructivo, un Eros
y un Tanatos según Freud.
El dogmatismo moral
consiste en creer en la objetividad y
universalidad de los valores morales. Consiste en creer en lo
establecido no poner tapujos ni contrarrestar a la así llamada metafísica,
porque si algo nos ha enseñado es que todo existe a la medida de que el hombre crea lo que con su cognición y
su habilidad lo inventa. Es entonces el cristianismo una invención?, éste sitúa
los valores en el ámbito eterno e inmutable de la mente de Dios; pero la
moral tradicional, dice Nietzsche, se equivoca totalmente pues los valores
morales no tienen una existencia objetiva, ni como una dimensión de las
cosas, ni como realidades que estén más allá de éstas, en un mundo objetivo; los valores los crean las
personas, son proyecciones de nuestra subjetividad, de nuestras
pasiones, sentimientos e intereses, los inventamos, existen porque nosotros
los hemos creado. La moral tradicional
creyó también que las leyes morales valen para todos los hombres y que
si algo es bueno es bueno para todos. Esto, por ejemplo, indicaba el imperativo
categórico kantiano y la consideración tomista de la ley moral como
consecuencia de la ley natural y ésta de la ley eterna. Nietzsche niega este
segundo rasgo del dogmatismo moral: si realmente los valores existiesen en un
Mundo Verdadero y Objetivo podríamos pensar en su universidad, pero no existe
dicho Mundo.
La propuesta
nietzscheana de abandonar la "moral descendente" es despreciar los valores terrenales, la vida y
los instintos, la idolatría de la razón, la verdad y las "esperanzas
ultraterrena", que han imperado hasta ahora, han de ser sustituidas por
los nuevos valores de la "moral ascendente" que defiende la tierra,
la vida, el cuerpo y que es encarnada por el superhombre.
Vivimos en mundo subjetivo el adornarse de materia no ha hecho seres materialista y para equilibrar en parte la necedad de existir creamos a nuestra imagen y semejanza a alguien que nos cuide, proteja y enseñe. A más de todo esto vemos vírgenes en la pared, vemos desaparecer objetos, creemos en un dios en que apareció repentino en el pan del desayuno, o simple como nuestra mente subjetiva quiere serlo. Pero qué pasa si nuestras realidades cambian, será ha caso la solución. Sera feliz el hombre cuando niegue la existencia de Dios.
Es irónico
pero hay que defender los valores terrenales es decir poner los pies sobre la
tierra, pensar con la cabeza y no con los pies, delinquir contra Dios es evadir aquellos instintos que nos
hacen también humanos, lejos estamos de una inquisición, en que las mujeres
cubrían su sexo y evadía el instinto sexual porque era pecado, es asqueroso y
sucio decían los antiguos. Pero parece que nada ha cambiado el sexo no se lo
castiga en la guillotina, o en actos relacionados con la extirpación del órgano
sexual. Hoy se castra psicosexualmente a las niñas especialmente aquellas
madres castradoras que impiden un ciclo normal.
Dios no ha
muerto al menos el ser humano lo ha mantenido vivo, lo alimentado como se lo
alimenta a una planta el cuidado es especial, necesitara de nutrientes para ser
una verdadera planta robusta desde la raíz, al alimentar el delirio de una
entidad se está ahondando al deseo de fanatismo patológico de aquello que en
constante visitas al templo al desarrollo libidinal de los sentimientos y los
deseos sexuales reprimidos durante el trascurso de toda su vida como suele
hacer las personas de edades avanzadas quienes cubren con velo sus instintos y lo
aplacan de todos las formas las formas posibles de sí mismas y de sus progenitores, la cadena trascurrirá de
mano en mano.
Si Nietzsche estaría vivo diría: el eterno retorno, el regreso a lo mismo.
CREANDO NUEVAS RELIGIONES
Es una época en que la sociedad cambia constante
mente se multiplica la idea de consumo y se refuerza las ganas de poseer. Se
cumple con la misión divina de acudir a la iglesia cada Domingo, se celebran
misas se acude a Dios en la forma tradicional tal como los Europeos nos han
enseñado. Aquella enseñanza ha rendido frutos se ha cumplido al pie de la letra
la receta formulada por el Vaticano, se ha adorado a quienes nos han enseñado
a adorar, se lo ha adorado en una
estampa, en las imágenes de los vitrales
de las iglesias, se ha glorificado y al fin y al cabo no nos dicen nada, los
feligreses llevan flores bendicen su cuerpo su casa su auto, sin embargo las
imágenes no se manifiestan no hablan , no nos dicen nada, están ahí esperando
ser venerados desde que Caspicara, Pan pite, Jose Olmos, Rivera, Salas crearon
las obras.
Se crean religiones como los de “Creciendo en
gracia” de aquel Jesucristo hombre se tatúan un símbolo, se reúnen en templos
es el centro de adoración, surge un cuestionamiento ¿ Sera acaso que la
sociedad está cansada de que las imágenes y los santos ante sus plegarias y
rezos, no tengan respuesta alguna?.
Sera acaso que la sociedad crea en algo viviente de
carne y hueso…..
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